A ver, esto de las pizarras de cristal es un mundo. Que si son modernas, que si se limpian bien, que si quedan súper en la oficina... pero luego te lías un montón con si son mágnéticas o no, y para qué sirve cada una. Total, un cristo. Yo al principio pensaba que todas eran iguales, cristal y punto, pero no. ¡Error! Hay unas que pegan imanes y otras que... pues no. Es bastante más sencillo de lo que parece, pero como nadie te lo explica bien, pues te haces un lío mental.
Así que, vamos a ver si me explico. La diferencia principal, y aquí no hay que ser un genio, es que la pizarra mágnética de cristal... ¡pega imanes! ¿Sorprendente, eh? Jajaja. Vale, en serio. Estas pizarras tienen una lámina de acero detrás del cristal. Es como si tuvieran una nevera escondida, pero en bonito y para escribir. Por eso, puedes poner tus imanes chulos, las fotos de las vacaciones, o esos papelitos importantes que siempre pierdes. Es súper práctico, la verdad. Yo en la oficina la uso un montón para dejar notas, y así no se me olvida nada. Aunque a veces se me olvida dónde he puesto el imán... pero eso ya es otra historia.
En cambio, la pizarra de cristal no mágnética... pues eso, no pega imanes. Es solo cristal, sin más. Es lisa, bonita, se escribe genial igual, pero olvídate de poner imanes. Si intentas poner un imán, se va a caer al suelo, seguro. Te lo digo por experiencia. Una vez intenté poner un imán en una pizarra de estas en una sala de reuniones y... zas, imán al suelo. Un desastre. Menos mal que nadie me vio.
¿Y entonces, para qué sirve cada una? Pues depende. La mágnética es ideal si necesitas tener cosas a la vista con imanes. Como te decía, notas, fotos, recordatorios, incluso para presentaciones si quieres colgar algún cartel o algo así. Son muy útiles para oficinas, aulas, o incluso en casa si eres de los que les gusta tener la nevera llena de imanes. ¡Pero en versión pizarra!
La no mágnética, en cambio, es más minimalista, más... "solo para escribir". Son perfectas si solo necesitas una superficie para escribir y dibujar, sin más florituras. Quedan muy bien en espacios modernos, donde se busca un diseño limpio y sencillo. También son más baratas, seguro, porque no tienen la lámina de acero. Así que si el presupuesto es ajustado, igual te compensa más una no mágnética. Aunque luego no puedas poner imanes... pero bueno, igual no los necesitas.
Técnicamente, aparte del tema de la lámina de acero, las dos son muy parecidas. Las dos están hechas de cristal templado, que es resistente y fácil de limpiar. Se escribe igual de bien en las dos, con rotuladores especiales para pizarras de cristal, claro. Y se borra igual de fácil, con un borrador o un paño húmedo. Eso sí, igual la mágnética pesa un poco más por la lámina de acero, pero tampoco es una cosa exagerada.
En resumen:
-
Pizarra mágnética de cristal: Pega imanes, ideal para oficinas y sitios donde necesitas colgar cosas, más cara, un poco más pesada.
-
Pizarra no mágnética de cristal: No pega imanes, perfecta si solo necesitas escribir, más barata, más ligera.
Así que ya sabes, la próxima vez que vayas a comprar una pizarra de cristal, piensa bien para qué la vas a usar. ¿Necesitas imanes o no? Esa es la pregunta clave. Y no te líes, que es más fácil de lo que parece. ¡Y ahora a escribir y a pegar imanes (o no)!
Leave a comment